Yo he sido, como muchas de ellas, una niña demasiado tímida que se ha dejado avasallar por el resto de sus compañeras (en mi caso solo chicas) de clase. He dejado que me manipularan, que me robaran, que me pegaran, y no he dicho nada, bueno, si, lo he dicho pero no me han creído.
Es muy fácil decir que eso son cosas de niños, pero eso solo lo dice el que no lo ha sufrido, porque si lo sufres sabes el daño que hace y te niegas a que otra persona pase por lo mismo.
Este libro me ha costado, pero más por lo identificada que me sentía, que por cómo está escrito o lo que dice. Sería necesario que muchos educadores y muchos padres leyeran este libro para darse cuenta de lo que pasa delante de sus propias narices.
Le he dado 4 estrellas
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